HOY QUEREMOS HOMENAJEAR A UNO DE LOS MÁS GRANDES GENIOS DE LA LITERATURA UNIVERSAL.
A LOS 200 AÑOS DEL NACIMIENTO DE CHARLES DICKENS, LA CLÍNICA DEL SUEÑO Y TERAPIA RESPIRATORIA SLEEPCARE SE UNE A QUIENES CELEBRAN SU GLORIA.
LA TECNOLOGÍA PUSO FIN A UNO DE LOS MAYORES ASESINOS DE LA HUMANIDAD
Dr. CARLOS RIVAS ECHEVERRÍA
Médico, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Adjunto del Servicio de Urgencias del Hospital Santa Bárbara de Soria, España;
ExProfesor Titular de la Universidad de Los Andes.
Hace 170 años, un escritor inglés, describió perfectamente a uno de los grandes asesinos de la humanidad. En la oscuridad de la noche, asfixiaba, “ahorcando” a sus víctimas hasta morir o sufrir graves problemas. No es Jack El destripador, sino el Síndrome de Pickwick o Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (Papeles póstumos del Club Pickwick por Charles Dickens). Hace 25 años un médico australiano, Collin Sullivan, descubrió, gracias a la tecnología, cómo este asesino perpetraba sus atentados e inventó la forma de eliminar este problema.
La característica principal de la apnea obstructiva del sueño (AOS) es la oclusión recurrente, durante el sueño, de la vía aérea faríngea (garganta). Al dormir, nuestros músculos se relajan. Al relajarse la musculatura de la garganta y la lengua, se ocluye la vía aérea. Si la oclusión es parcial se produce un ruido, el ronquido. Si la oclusión es total se produce apnea (dejar de respirar) que impide que los pulmones, y por ende todo nuestro organismo, se oxigene y libere el anhídrido carbónico (CO2). El efecto es una asfixia idéntica a la que se produce durante un estrangulamiento, etc. La falta del oxígeno y acumulación del CO2 es perjudicial para todas las células de nuestro cuerpo, y si esto persiste por más de unos minutos la persona muere. Durante la asfixia se libera gran cantidad de adrenalina; el corazón late más rápido (puede producir palpitaciones y arritmias), la tensión arterial sube, se pueden desencadenar infartos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, entre otras. Otros mediadores producen obesidad, síndrome metabólico, dispilidemias, etc. Las apneas terminan cuando el cerebro manda una gran orden de respirar y despertarse para poder salvar la vida. Esto hace que la persona esté constantemente despertándose (inconcientemente), por lo que amanece cansada, se pasa el día con somnolencia, se duerme durante actividades cotidianas, como el trabajo, estudio, manejando, reuniones, etc. Esa imposibilidad de dormir bien origina cambios en el humor, en la actividad laboral, académica familiar, sexual, etc.
USTED CONOCE A ALGUIEN QUE TIENE ESTE PROBLEMA, PROBABLEMENTE USTED MISMO LO SUFRA. ES MUY FRECUENTE. Se ha reportado que hasta un 78% de las persona roncan. Alrededor de un 8% de los hombres y 4% de las mujeres padecen AOS. Ocho de cada diez personas mayores de 60 presenta AOS.
La sintomatología es muy variada: ronquidos, jadeos, apneas, despertares frecuentes, mal dormir, sueño inquieto, pararse a orinar de noche, somnolencia, fatiga, ánimo bajo, depresión e irritabilidad, afectación de la calidad de vida del paciente, pobre desempeño académico, laboral familiar, sexual.
Dentro de las primeras causas de mortalidad en todo el mundo se destacan: enfermedades cardiovasculares, diabetes, accidentes de tránsito. La AOS es una de las principales causas de todas estas enfermedades; por eso afirmamos que hablamos de uno de los principales asesinos de la humanidad. Se estima que una persona con AOS tiene casi 3 veces más riesgo de padecer hipertensión. TODA PERSONA QUE TIENE HIPERTENSIÓN DEBE EXIGIRLE A SU MÉDICO QUE LE DESCARTE SI TIENE AOS.
Se sabe que la AOS puede causar, o al menos agravar la enfermedad cardiaca isquémica. "Roncar todas las noches" aumenta cuatro veces las probabilidades de tener un infarto. Disfunciones en el ventrículo derecho y el izquierdo se observan frecuentemente entre los que sufren AOS, en un 71 y un 31%, respectivamente. Se ha verificado con ecocardiografía, que al tratar la AOS, se normalizan las anomalías del movimiento septal intraventricular y del llenado de los ventrículos. Puede originar braquicardia, taquicardia y arritmias cardiacas severas. Son muy frecuentes las anormalidades en el ánimo y vida afectiva en pacientes con AOS y en personas que roncan severamente. Depresión, ansiedad, irritabilidad, dificultad en el aprendizaje, mala memoria, conflictos matrimoniales y familiares, son sólo algunas, de la larga lista, de sus consecuencias. La más dramática de las consecuencias de la somnolencia diurna son los incidentes de tránsito. Muchos estudios han demostrado que las personas que sufren AOS muestran un riesgo más alto (entre 7 y 11 veces), de sufrir accidentes de tránsito y laborales.
El advenimiento de la tecnología biomédica permitió, a través de la POLISOMNOGRAFÍA, descubrir cómo ataca este asesino. Es un estudio altamente sofisticado en el que el paciente, mientras duerme, es conectado a una máquina (polisomnógrafo) que graba varios datos (relacionados con el sueño, la actividad cardiaca, respiratoria, cerebral y muscular) que ayudan al médico a establecer el diagnóstico de AOS.
Sullivan, en 1981, inventó la utilización del la presión positiva continua en la vía aérea (CPAP, por sus siglas en inglés constant positive airway pressure). La explicación de esta terapia es simple. El problema se resuelve si se desobstruye la vía aérea. Una muy buena idea es desocluir la vía aérea con el mismo aire que respiramos pero que éste entre a presión. Un CPAP es una máquina pequeña, que se coloca al lado de la cama, toma aire del ambiente, lo comprime y presuriza, y lo envía a través de una manguera y una máscara, que el paciente usa siempre que duerme. Este aire mantiene una presión constante durante la respiración, que abre la vía aérea evitando la AOS. La persona puede disfrutar plenamente la vida de nuevo y recuperar su productividad. La terapia del CPAP ha demostrado gran eficacia y una buena tolerancia, mejora significativamente las expectativas de sobrevida, reduciendo, asimismo, las complicaciones.